viernes, 22 de febrero de 2013

Bésame mucho.

La crianza de mis hijas se está convirtiendo en el mejor trabajo que he tenido. El título no se refiere a la tan sonada canción ni a ninguna película romántica. Se refiere a uno de los libros del conocido pediatra español Carlos González.
Últimamente salto de un libro a otro y la mayoría hablan sobre niños (cuando tienes hijos resultan sumamente entretenidos). Gracias a algunas circunstancias y a la lectura de este libro puede decirse que disfruto cada vez más de la maternidad.
Carlos González hace que vea la infancia de forma más comprensiva, y con bastante sentido común nos cuenta que todo es más sencillo de lo que creemos, lo que me produce un gran alivio. Es un gran defensor de la lactancia materna y de la crianza natural, está en contra de los rígidos métodos conductistas, cree por encima de todo que cuanto más cariño y respeto se le de a un niño, más seguro y equilibrado será.
¿Y por qué le voy a hacer caso? Por su sentido común y porque me va todo lo natural, pero principalmente porque pienso que el amor nunca podrá hacer daño a nadie.
Él mismo dice que nos escandalizamos de cómo se criaban a los niños antiguamente para luego preguntar: ¿pero seremos tan arrogantes de creer que hoy en día sí lo estamos haciendo todo bien?
Un ejemplo es que se sigue viendo mal que los niños estén mucho tiempo en brazos, de hecho es común oir que así se malacostumbran. No se malacostumbran, ya nacen con esa necesidad. ¿No es mejor tenerlo en brazos que oirlo llorar?, menos complicaciones y además muchas culturas siempre han llevado a sus hijos a cuestas y no tienen problemas por eso.
E ideas como el colecho (que los niños duerman con sus padres) se ve también de forma negativa. Sin embargo insistirle al niño para que coma y crear una batalla sigue pareciendo correcto... Y así muchos hechos cotidianos que pone en tela de juicio y que nos replantea.
Una lectura totalmente recomendable (igual que sus otros libros) para todas aquellas personas cercanas al mundo de los niños.
Y para terminar con las reflexiones: recordemos siempre que a los niños nunca se les da demasiado cariño y mimo.
Me despido muy al estilo de Begoña y Tea On The Moon, (un blog que admiro mucho), con un vídeo musical referido de alguna manera a la entrada.
Os cuento una última cosilla, ya llevo tiempo con los preparativos para el segundo cumple de Celia...
Kiss me, oh kiss me de David Fonseca. Bonita canción que, por cierto, bailé en estos días con Celia.

8 comentarios:

  1. que lindo como vives tu vida con tus hijas. Te felicito! Me parece regio!
    Besotes

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  2. Bueno me quedo mas tranquila porque tan mal no lo estoy haciendo. Todavía le doy el pecho, me levanto dos veces por noche y le doy los brazos cada vez que me lo pide. Una cosa curiosa: No sé porqué a Zoe no le gusta en absoluto dormir con nosotros en la cama grande. Lo he intentado y llora como loca cuando la quiero acostar allí. Raro, no?

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    1. Yo creo ahora que si nadie sufre entonces se hace lo correcto. A Celia le pasa lo contrario, quire dormir siempre en la cama grande. Lo de Zoe no es lo común, pero cada niño es diferente, aprovechad esa ventaja para dormir mejor :)
      Besos.

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  3. Estoy de acuerdo con una cosa: a los niños hay que darles amor y hacerles sentir queridos pero no hay que llegar al extremo de que se crean que si sus padres les dan muchos mimos, les dejarán hacer todo lo que quieran. Mimar con unos límites.
    Pero criar a un niño me parece muy difícil y yo no sabría cómo hacerlo. A ti se te da de maravilla :)
    Bikiños.

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    1. Siempre habrá límites, para nosotros hay, así que para los niños también y tenemos que aprender a vivir con ellos.
      Sí, la crianza es muy difícil, pero realmente se trata de sentido común, como el que tuviste cuando dijiste lo de los límites. Yo simplemente lo intento ya que estamos.
      Petons.

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  4. Yo soy de mimosear mucho a "mis" niños, a pesar que ya están grandes, a mi me gusta y a ellos también.
    Besos.

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    1. Bien, porque al fin y al cabo se trata de ser felices. Si así lo somos, bienvenidos sean los mimos.
      Besos.

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