Y con esa carita juguetona hacía sus nueve meses una mañana fría del 24 de diciembre. ¡Bienvenidos sean! Me sorprende cómo cada mes adquiere una nueva habilidad, ahora señala todo con el dedo índice, es su nuevo lenguaje, su nueva forma de hablar y nosotros encantados. También se mantiene de pie apoyada a algo durante unos segundos y y se pone en posición de gateo, hace el amago de gatear, pero después pone la barriguita en el suelo y se arrastra como venía haciendo. Ha dicho unas cuantas veces ''papá'' y alguna que otra vez ''mamá'' (no, no me celo, he leído que dicen primero papá porque al parecer les resulta más fácil :D). ¿Y hasta qué punto es consciente de esas palabras aunque se las repitamos señalando quién es quién?
Último mes del año en que nació, se va el 2011. Espero que reciba el nuevo año tan risueña y alegre como ha sido hasta ahora.
Este mes celebramos su primera Navidad...
Muchas cosas se quedan sin hacer en este año que se va, no ha habido todas las lecturas ni las manualidades que planeé, incluso quedaron interrumpidas (tengo por tradición navideña hacer alguna manualidad navideña). Pero queda el consuelo del mañana que puede traer tantas otras veces para hacer y deshacer lo que queramos. ¡Además no hay que exigirse tanto!
Los objetivos del octavo mes: que Celia durmiera toda la noche y que comiera las verduras, se lograron a medias, así que en este noveno mes seguiremos trabajando en ello.
¡Os deseo mucha felicidad!