Hace poco el catarro y la fiebre se pasearon a sus anchas por casa dándonos la sensación de que no nos querían abandonar, la fiebre ya se fue, pero todavía queda algo del catarro. Justo a tiempo para celebrar San Patricio a nuestra manera, creo que ya tengo por costumbre festejarlo cada año con algo, la tendecia es hacer algo culinario.
El año pasado intenté hacer un bizcocho
arcoiris, este año un batido verde ya que es el color característico de la festividad, algo más sencillo, sano y fresquito. Y tan sano, lleva espinacas... a ver qué os parece:
No encontré leche de coco y usé una con vainilla, así ya la incluía. Después de hacer el batido pensé que pude mezclar leche de vaca con coco rayado, pero otra vez será.
Como imagináis hay que mezclar todo con la batidora, pero antes hay que hacer una especie de infusión durante 5 minutos con 4 o 5 hojas de menta, el agua y la miel. Una vez frío batir con lo demás.
Sé que las espinacas no motivan mucho para hacer el batido, pero la verdad es que no se notan y precisamente con ellas me parece un batido original. No le eché hielo a causa del catarro y pienso que no le hace falta, con la menta ya es un batido bastante fresquito, además se puede meter en la nevera.
Así quedó:
Sabe a menta, como os decía es muy fresquito y sienta bien, encontré la receta
aquí.
Mientras tomaba el batido y Celia dormía aproveché para ver Una habitación con vistas. Era una de las tantas pelis que tenía en lista de espera.

Una película de James Ivory de 1986 que recrea el principio del siglo xx en Italia e Inglaterra, es de esas pelis con esos vestuarios que tanto me gustan. Me pareció romántica pero a la vez peculiar por sus personajes. Sobre todo por el protagonista, George Emerson (un desconocido para mí Julian Sands) excéntrico, atolondrado e impulsivo en sus gestos y actuaciones. Una vez leí que los viajes hacen madurar a las personas y creo que es verdad, precisamente esta película nos cuenta la historia de Lucy Honeychurch y su viaje (por entonces una joven Helena Bonham Carter), una chica inglesa que viaja a Florencia junto a su prima Margarett (Maggie Smith), viaje que la cambiará llenándose de experiencias. Conocerá a personas, entre ellas el antes mencionado George Emerson quién la desubicara, y por alguna razón se mentira a sí misma y a los demás hasta madurar lo que siente.
Mientras veía la película me di cuenta de la cantidad de actores ingleses que conozco a raíz de ver tantas series de la BBC (esas ''tantas'' la verdad son menos de lo que me gustaría). Y también recordé lo mucho que me gustó Florencia cuando estuve en 2002 en una excursión relámpago. Por cierto, en esta película se descubre la visión que pueden tener los ingleses sobre los italianos: muy pasionales y violentos.
En fin una historia interesante y entretenida, creo que bastante fiel al libro porque de hecho durante la cinta se iban mencionando los capítulos. Ahora sólo queda plantearme si leeré el libro de Edward M. Forster, no digo que no, pero de momento me iré al lejano Oriente a ver si empiezo por fin
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