Frente al Palacio hay un pequeño lago habitado por una variedad de aves a las que la gente daba de comer:
Ya en las afueras del parque nos encontramos con el monumento que la reina Victoria le hizo a su marido Alberto cuando falleció. Esto sí que me pareció ostentoso y precioso. Según dicen está bañado en oro. Si pincháis en la foto podéis ver lo pequeña que se ve la gente:
Después de ese remanso de paz nos llegamos hasta una zona de museos. En el trayecto nos encontramos a este curioso personaje del reciclaje. Su cuerpo está cubierto de botellas plásticas, fijaos en los detalles:
Los museos en Londres son gratis así que entramos un rato al Museo de Historia Natural con la intención de ver a un dinosaurio gigante, pero lo que más nos impresionó fue el corte de este árbol milenario, comparado con las personas es inmenso:
Y por fuera también...
La mañana dio para mucho y necesitábamos reponer energías. Volvimos a Bloomsbury y comimos en una cafetería de Russell Square, aún recuerdo cómo me sorprendió ese olor a té nada más entrar. Un olor que nunca percibo en las cafeterías de aquí.
Pronto vendrá nuestra visita al teatro y nuestro encuentro con Matthew Macfadyen...
Yo, que quieres que te diga...me iamgino paseando por esos jardines y por casualidad aparece Rob (aunque Matthew es mucho Matthew) y ...¡Voilá! Divino vuestro viaje... Cuando hagáis una ruta por los castillos de O&P me lo decís...¡Qué pases unas buenas "vacas"!:)
ResponderEliminarQué maravilla Patricia!! A mí me quedan aún muchas cosas por ver de Londres...y eso que ya he ido tres veces!!! La verdad, es que suelo repetir algunos de mis rincones preferidos y eso impide que descubra otros. Tengo pendiente visitar el Museo de Ciencias.
ResponderEliminarPreciosas fotos!!
Estoy deseando que nos cuentes más!!!
Un abrazo grande!!
Patricia:Que interesante tu paseo y la explicación y las fotos...uno parece que lo está haciendo! Gracias
ResponderEliminarBesos
Más, más, quiero más! Jeje! A ver si mañana que no trabajo me pongo un rato y hago también mi crónica. Un beso.
ResponderEliminar¡Se acerca lo más esperado! ;)
ResponderEliminarEl olor a té es uno de los más característicos de allí y aquí no lo tenemos, es una pena. Hoy seguiré con la crónica.
Besos
Noelia, yo en ese viaje me encuentro a Rob y ya sería el no va más. La vida sería maravillosa, jaja!
ResponderEliminarMaría, otra enamorada de Londres. Esa sensación de que quedan muchas cosas por ver, creo que siempre la tendremos aunque vayamos miles de veces. Pronto ponga la continuación. :-)
Eliane, gracias a ti por tu comentario. Siempre quedan cosas sin contar, pero más o menos esa fue nuestra mañana.
Guacimara, estaré esperando tu crónica, mientras escribía esta tenía algunas dudas con los nombres, lo iba resolviendo con el mapa pero otro comentario siempre lo confirma.
LittleEmily, aunque el olor a té no es el mejor del mundo, a mí en ese momento me fascinó. Fue como sentir de otra manera que estaba en Londres.
Besos a todas.
Patricia, últimamente llego tarde a todas partes y me había perdido esta entrada.
ResponderEliminarSin duda, una delicia los lugares que visitaron y seguro, que los que quedaron pendientes, en el próximo los podrán ver.
Muchos besos.
Luciana, a mí me encantó Londres, es una pena que no podamos estar más días (tampoco nos podemos quejar). Pero ya sabes que el tiempo se esfuma cuando lo pasamos bien. Sólo podemos intentar ver de todo un poco.
ResponderEliminarBesos.
sigo con mucho interes todo lo que cuentas. espero la siguiente entrada.
ResponderEliminarbesos.
Lady Darcy, gracias por pasar. Acabo de publicar la parte más interesante. ;-)
ResponderEliminarBesos.
Sin palabras. Quiero ir allí!
ResponderEliminar=)