Aquí va la segunda y última parte del viaje en crucero, ya que entre otras cosas me gusta terminar lo que empiezo.
Quedé en nuestro siguiente destino: Arrecife, Lanzarote. Isla conocida como ''la isla de los volcanes''.
Esta excursión se desarrolló en autobús precisamente alrededor de los volcanes. El Parque Nacional de Timanfaya cuenta con 25 volcanes e infinidad de campos de lava, formando espacios sepultados o surgidos a raíz de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736.
En medio de esta tierra inhóspita nada más llegar, nos econtramos con dromedarios dispuestos a darnos un paseo...

El parque todavía tiene cierta actividad volcánica en sus entrañas. Si se escarba la tierra unos centímetros, obtenemos piedritas que queman a unos 60 grados. También las cosas pueden arder en minutos si se dejan en agujeros, incluso vimos parrillas donde asan carne gracias a las emanaciones de calor que produce la tierra.
Estar ahí y ser testigo del rastro que dejaron los volcanes ha sido impresionante, tal vez por eso también me pareció desolador. El paisaje es desértico y la tierra negra hace contraste con las casas blancas, como en esta foto:
Seis horas y estuvimos de vuelta en el barco. Recuerdo que esa no fue una buena noche, por los pasillos nos tambaleábamos con el vaivén del barco, el mar estaba muy agitado y el estómago mejor ni mencionarlo. No teníamos ventana al ser camarote interior, pero quienes sí tenían decían que las olas chocaban contra ellas. Seguramente es normal al tratarse de un crucero por el Atlántico, pero esos momentos no los quiero repetir. Sólo anhelaba estar en tierra.
Al día siguiente nos encontramos con aguas más calmadas, estábamos a punto de llegar a Marruecos, Casablanca. Me hacía ilusión pisar por primera vez África.
Nuestro guía era un marroquí muy agradable. Decía que teníamos suerte de estar allí un domingo porque durante la semana el tráfico es un caos. Nos enseñó a saludar en árabe, aunque no tengo ni idea de cómo se escribe.
Lo más interesante e impresionante fue entrar en la mezquita de Hassan II. Él mismo animó a los lugareños para que la construyeran. El interior puede albergar 25.000 personas y el exterior 80.000. Fue construída en una península artificial sobre el agua. No captamos la majestuosidad del templo, si queréis ver fotos entrad AQUÍ
La excursión terminó con una visita a los famosos bazares. Recuerdo que destacaban la visita como segura y que no tendríamos problemas de robos... Casablanca a pesar de tener esa grandiosa mezquita y de ser la capital económica del país, lamentablemente tiene mucha pobreza.
En el barco teníamos un diario, allí se consultaban horarios de actuaciones y de actividades, incluso sugerencias de cómo vestir... Una noche nos vestimos de gala porque todos íbamos a conocer al capitán. Nos parecía un poco peliculero y nos daba la risa, pero al final aceptamos ir.
Y nuestra penúltima parada llegó con Cádiz, creo que fue donde menos tiempo estuvimos. Simplemente nos dedicamos a caminar, seguíamos rutas turísticas que había en el suelo y conocimos sus calles estrechas y su bella catedral. Con tanta calor aprovechamos sus playas y al final nos dimos un buen chapuzón.
Al día siguiente ya desembarcábamos en Vigo y finalizaba este fabuloso viaje.
Por último, muchas gracias a Eliane y a Noelia por este lindo premio de reconocimiento a valores. Todos los blogs que visito merecen este reconocimiento así que se lo doy a ellos también.