Esos granitos de café.

De nuevo os traigo granitos de arena que podemos aportar al medio ambiente, en este caso granitos de café.
El asunto que nos ocupa son los restos de café que quedan en la cafetera, lo cierto es que pueden seguir dándonos beneficios.

Lo más común sería tirar esos restos por el desagüe, algo bueno porque dicen que desatasca tuberías. Un día lo comprobé, claro, la tubería no estaba muy atascada, pero es un buen intento antes de usar productos químicos corrosivos.

También sirve como exfoliante (cremas con granulitos que eliminan células muertas de la piel al dar suaves masajes). Quería hacer uno casero y se me ocurrió mezclar jabón natural con esos granitos de café, las manos me quedaron muy suaves y desde entonces también lo hago para la cara y para el cuerpo. Limpieza para la piel más sana y sin comprar envases.

La jardinería también puede beneficiarse, dicen que los restos de café y de té sirven de abono, contienen muchos minerales que facilitan el crecimiento de plantas y flores. Una buena alternativa a los abonos químicos.

La próxima vez que hagáis vuestro delicioso café, pensad en qué podéis usar los restos que queden. Si se os ocurre algo más contadme.

Y... ¡ya estoy de vacaciones! Unas cuantas semanas libres para planear, hacer, deshacer, leer, mirar y viajar. El planazo de este verano: un viaje en barco por el Atlántico. Ya que menciono los barcos, os enseño estos de papel reciclado que regalé a los niños de mi aula para despedirme. Llevan un cargamento de sugus, la ilusión fue la protagonista.