Precisamente como nunca vemos nieve, ayer salimos en su búsqueda. Me habría quedado tan a gusto en casa de lo más calentita leyendo, pero mi mozo cada vez que llega el invierno insiste en buscar nieve. La verdad es que le agradezco que me haya sacado de mi comodidad, porque fue una excursión que valió la pena por los paisajes invernales tan bonitos que nos encontramos.
Estuvimos en una sierra al norte de Portugal llamada ''Serra de Peneda'', que es un Parque Natural reserva de la biosfera. Nos planificamos para hacer senderismo por una montaña rocosa, leído así no suena muy atractivo, pero yo me lo pasé genial subiendo y bajando rocas, además de que se entraba en calorcito. De recompensa al llegar a la cima, vimos un Castillo del siglo XIII en ruinas.
Como las imágenes hablan más que las palabras os dejo las gélidas fotos, a ver si mis amigas del hemisferio sur se refrescan un poco:
Aquí estamos en el centro de la península y no veas lo que ha nevado. ¡Ola de frío polar! Como para estar en casa recogidita al abrigo de una manta y viendo pelis sin parar...
ResponderEliminarQué bonito!! Unas fotos muy bellas, Patricia. Qué bien que te obligaran a salir!!! Luego seguro que hubo momento "de casita" de lo más reconfortable. Yo también soy de salir.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Patricia!!
Pues por aquí nada, sigue sin nevar y me parece que ya no habrá oportunidad esta temporada. Me han encantado las fotos sobretodo la de las ruinas de la montaña, seguro que se tenía una vista espectacular desde ahí arriba!
ResponderEliminarHermosas fotos, Patricia. Me alegra que tu chico te haya convencido a salir por más frío que hiciera.
ResponderEliminarAcá seguimos derritiéndonos y yo odio el verano!!
En fin, hay que pasarlo.
Besos.
Noelia, tú plan sí que es atrayente. Imagino que debéis estar hartos de tanta nieve... Realmente no encontramos tanta, por un lado lo preferí porque me muero de frío enseguida.
ResponderEliminarMaría, al principio siempre cuesta, más si se va a un ambiente desapacible. Pero una vez en la excursión, piensas que fue lo mejor que pudiste hacer.
LittleEmily, las vistas de los paisajes fueron lo mejor del viaje, lo peor ya te imaginas, el frío. Me acordé de las cebollas por las capas de ropa que llevaba, jaja!
Luciana, ánimo! Sé que tienes muchas ganas de viajar para escapar un poco de la calor. ¡Que ese viaje salga como deseas!
Abrazos a todas.
Uy qué fotos y qué lugar tan bonito, Patricia!
ResponderEliminarAcá está haciendo frío, pero ni de chiste nos acercamos a una nevada, ni un poco. Brincos diera, es una de las cosas que me gustaría ver antes de morir.
Un besito y salu2.
Patricia:Acabo de volver de mis vacaciones y sos el primer blog que visito. Que lindas fotos y me imagino que el senderismo fué muy interesante.Y bueno, como podrás ver, mis fotos, son SIN BUFANDA, EN LA PLAYA!!! jajaja mis fotos son para que te calientes un poco!
ResponderEliminarUn abrazo grande
Que fotos más chulas! Los carámbanos son impresionantes, con el sol debían brillar un montón! Y que bonitas ruinas... En Girona cayeron cuatro copos y no cuajó nada, snif! Lo de las capas como cebollas me hace mucha gracia. Todas las clases de mi cole dan a una especie de claustro, así que sales directamente del calor de la calefacción al frío horrible del patio. Vamos todos, profes y niños, con varias capas, bufandas y gorros! Menos mal que llevamos dos días de frío moderado...
ResponderEliminarpatri tampoco en buenos aires nieva!!!!!!solo hay dos registros de nieve.la 1º en 1908 y la otra el 9 de julio de 2007 (esa la vi y la disfruté, pero fue muy poquito).me encantan los paisajes que mostraste.tu ciudad es muy bella.
ResponderEliminaraqui nos estamos derritiendo.gracias por refrescarnos un poco!!!
besos
Alexandra, que gusto sería ver nevar desde la ventana de una casa calentita y que todo quedara blanco. Aquí no se da ese panorama, pero caen cuatro copos y ya armamos alboroto, jejeje.
ResponderEliminarEliane, ya vi las fotos me alegro de que lo pasaras tan bien. Qué increíble la diferencia del clima. ¡Yo quiero calor!
Guacimara, los carámbanos son muy llamativos, los que vimos se estaban derritiendo, era curioso el sonido que hacían. Y las gotas que caían por dentro a mi novio le parecían renacuajos, jajaja. menuda imaginación.
Uf! qué cambios tan bruscos tenéis, menos mal que ya no hace tanto frío.
Grachula, qué alegría leerte por aquí, espero que pronto nos cuentes cositas. Quien sabe, como decían por ahí, con tantos cambios climáticos igual vemos nevar y cuajar, tú en Buenos Aires y yo en Vigo.
Besos a todas.
¡Hola Patricia!
ResponderEliminarHacía tiempo que no pasaba por aquí, os tengo a mis amigas blogeras algo olvidadas, aunque siempre os llevo en mi corazón. Me encantaron tus fotos, por aquí tampoco nevo pero hizo un frio tremendo, aunque de fondo veía a mi hermoso Montseny con la cumbre nevada.
Besitos para ti