Cuando un niño ve un charco de agua siente una necesidad irremediable de chapotear en él, es una gran tentación para ellos y a veces las madres poco podemos hacer para evitar que pisen uno.
Sabiendo esto y viendo que las lluvias de nuestro conocido clima gallego han formado un charco grande en nuestra casa (que espero algún día arreglen), he decidido unirme a esa gran tentación con dos pares de botas de agua y con una idea: divertirnos chapoteando.
Unos cuantos minutos bastan porque si es por ellos terminan empapados hasta las cejas. Eso sí, hay que tener preparada otra cosa que les guste para poder sacarlos de ahí...
A diferencia del verano, en invierno no se nos ocurren muchos planes para hacer con los niños, este podría ser uno de esos planes invernales en los días donde llueve pero no hace mucho frío.
Se lo pasó muy bien, al estilo de la británica (yo y los ingleses...), Peppa Pig.
Yo también lo hago con el sobri...al estilo Peppa Pig, je, je... ^_^
ResponderEliminarHay que reconocer que los mayores también lo pasamos bien :-)
EliminarUn día relacionando el charco que tenemos mientras veíamos Peppa Pig, fue cuando dije que así aprovechábamos este charco de alguna manera y nos divertíamos.
Besos.
Que mona con sus botas de agua! Y las tuyas marmoladas me encantan!
ResponderEliminarParece mentira como les gusta chapotear y chapotear!
Después de unos cuantos días de lluvia continua, hoy les hemos dejado salir al patio grande para jugar libremente (eso sí, sin pelotas). Han empezado a correr, subir y bajar por las pequeñas colinas embarrancadas, a sacar agua de sus casas imaginarias construidas con piedrecitas y de sus cabañas hechas con cajas de madera... y como no, han chapoteado todo lo que han podido entre mirada y mirada de control de los maestros, jeje!
Una niña ha salido bien rebozada de barro y agua, y después de quitarle el barro del jersey y pantalones, ha salido toda contenta vestida con ropa que tenemos para hacer teatro.
Ha sido un día completo!
Sí que ha sido un día completo y estupendo, ¡quiero que las niñas vayan a tu cole! :-D
ResponderEliminarEse día no se rebozó tanto, pero otro día que volvimos a dejarla se sentaba por la parte donde hay barro y se llenaba toda... de ahí a la ducha. También se ha metido en zapatillas mientras yo corría detrás de ella. Sin duda los niños saben cómo pasarlo bien.
Mis botas son un poco psicodélicas, jejeje. Son en tonos azules y marrones, las compré hace unos 7 años cuando empezaban a llevarse así de estampadas.
Petonets.
Está hermosa y sus botitas son lo más!
ResponderEliminarMe hiciste volver un poco a la infancia (tuve mucha libertad), donde salíamos a jugar carreras de barcos de papel después de la lluvia y nos mojábamos sin problemas.
Besos.
Siempre es bonito recordar la infancia a pesar de la nostalgia. Carreras de barcos de papel! me apunto la idea para las niñas, jejeje!
EliminarBesos.
¡Sí! Bien por imitar a Peppa Pig (que he leído que a muchos ingleses les cae mal porque "incita" a que los niños salten en los charcos... cuando es algo que se ha hecho desde siempre, ¿no). Aquí llueve menos que por tu tierra pero aprovechando un viaje que haremos en Semana Santa le compré a Héctor unas botas de lluvia y en estos días de lluvia también salíamos los dos dispuestos a saltar en cualquier charco que se nos pusiera por delante mientras oíamos a otros padres regañar a sus niños por lo mismo. Da la impresión de que en vez de agua sucia sea aceite hirviendo o qué sé yo.
ResponderEliminarPrecioso momento y fotos.
No sabía eso! Lo normal es que los niños quieran pisar los charcos, no hace falta que ningún dibujo animado incite a nada, pero bueno allá ellos con sus cosas.
ResponderEliminarPues yo sí te animo a que saltes con Héctor en los charcos, con botas de agua ya no estás tan preocupada de los catarros y lo pasáis bien los dos. Algo tan simple como eso los hace felices. Hazle fotos porque le queda un recuerdo bonito.
:-D
¡Qué guapa Celia toda vestida de rosa! aunque sea un color que no me guste demasiado :P
ResponderEliminarPues siempre he encontrado que querer saltar en los charcos es algo normal y más si eres pequeño. Yo todavía me emociono con los charcos pero me tengo que controlar que no tengo botas de agua (o son demasiado altas o son feas) así que llevo más de un año buscando sin encontrar unas que me queden bien...
Besitos.
De pequeña me encantaba el rosa, pero ahora no quiero vestir a las niñas sólo con ese color, coincide porque le regalan mucha ropa rosa. Sin duda nunca se dejará de relacionar al sexo femenino con el rosa.
EliminarSigue buscando tus botas, hay muchas en el mercado, ¡no te quedes sin saltar en los charcos! :-D
Petons
Hola Patri, tannnto tiempo!
ResponderEliminarMiaraba entradas viejas del blog y me topé con un comentario tuyo, asi que me vine a chpotear un poco con ustedes! (Que guapa vestida de hada, por aquí abajo, esta preciosa) Tambie queria ver como crece Alicia y a dejarte mis cariños.
Por acá todos bien, la nieta crciendo, sana y contenta; y yo con un poco de "fiaca" (creo que ustedes le llaman flojera) bloggeril, pero sigo haciendo cositas.
Un abrazo grande!
Cierto Lamindy, tanto tiempo! Me alegro que de vez en cuando pases por aquí para saber que estás bien, al igual que tu nieta.
EliminarEntiendo cuando da la fiaca blogeril :-), yo he pasado por ella más de una vez.
Besitos para ti y tu nieta.
Anímate a escribir que vale la pena!