Van cuatro meses...

¡Rápido y veloz el calendario nos avisa de que Celia ya tiene cuatro meses!

Para que sus tías blogueras la conozcan un poco más, aquí dejo algo de ella. Casi como una señorita posó así en su mesiversario ayer. En esta etapa ya empieza a reír a carcajadas y sujeta las cosas pequeñas entre sus manos. Se mueve con mucha más energía poniendo incluso cara de velocidad. También cuando quiere que le hagan caso, ni corta ni perezosa chilla haciendo saber que tiene buenos pulmones. Quiere observar muchas cosas y es tan curiosa que empezó a explorar las cosas con la boca.
Así es ahora, parece increíble que en tan poco tiempo ya haya acumulado tantos recuerdos y momentos.
Y seguimos con el veranito, disfrutadlo mientras dure. Descanso, descanso, descanso...

Helado de té.

En verano bien se agradece un helado, es uno de mis postres favoritos. Recuerdo que durante el embarazo me gustaban, pero no quería ni siquiera pensar en el té, ahora vuelvo a él. El té, bebida milenaria que me encanta, fue el aliciente para decidirme con este helado.

Y por supuesto té, té al gusto, en mi caso té negro.
Se pone en infusión con una cuarta parte de leche el té y se deja así hasta que enfríe. Después se le da un hervor aparte al resto de la leche. En otro recipiente se ponen las yemas, el azúcar y la fécula de patata, se mezcla bien y añadimos poco a poco la leche hirviendo.
Cuando todo esté bien mezclado se pone nuevamente al fuego, sin dejar de remover se cuece unos dos minutos. Ahora la mezcla no debe hervir de ninguna manera.
Se sigue batiendo hasta que haya entibiado un poco y se incorpora la nata ligeramente batida. Luego se cuela el té de la leche y se le añade junto con el ron. Una vez que esté todo mezclado va al congelador y listo.

No está nada mal, es una manera diferente de tomar el té que vale la pena probar. Aunque por mí eliminaba los huevos de la receta. Así me quedó:Este verano en lugar de tomar el té de las cinco, tomaré helado de té.

¡Bon Appétit!

Sonajero elefante.

Es una época intensa en cuanto al cuidado de Celia, pero siempre que puedo busco la forma de hacer con ella todo lo que planeo. También intento buscar un tiempillo para mí...
Esta vez le hice un sonajero, el juguete por excelencia de los bebés. Tomando diferentes ideas se me ocurrió reutilizar esas cápsulas que traen muñequitos sorpresa en los huevos de chocolate.

Metí unos granos de palomitas de maíz dentro para que sonara...

Una vez cerrada la puse en el interior de este elefante bicolor que hice con fieltro. También se podría descoser un poco un muñeco que ya tengamos, sacarle algo de relleno y meterle la cápsula.

Para que tuviera más relleno usé tiras de bolsas plásticas:

Y aquí está Celia sujetando como puede el elefantito, se le ve contenta.

Descubrimos o aprendimos...

Pasó el mes de junio y se me ocurrió hacer memoria para ver qué habíamos descubierto o aprendido durante ese mes. Veamos...

Celia descubrió sus manos y aprendió a jugar con ellas. También aprendió a comunicarse a través de las sonrisas.

Yo descubrí lo mucho que me está gustando la decoración de casas y la fotografía. Aprendí un poco sobre la decoración escandinava, una de las más llamativas: tiene mucho, mucho blanco...

Dejo dos páginas interesantes por si alguien quiere echar un vistazo:

Decor8

From Scandinavia with love

¿Qué descubristeis o aprendisteis últimamente?