Ahora con las niñas el aliciente aumenta, me encantaría que les gustase leer. ¿Es mucho pedir? Espero que no.
Las actividades del día eran o bien ir a una librería o bien a una biblioteca. Este año fuimos a una librería, el caso era estar rodeadas de libros. Fue un gustazo ver cómo Celia merodeaba por las estanterías y se sentaba en el suelo con algún que otro libro, lo mejor era que todo aquello le entusiasmaba (imagínese mi sonrisa de oreja a oreja).
Luego en casa leímos cuentos y nos regalamos algunos libros:
Para Celia, Amigos de Michael Foreman de la editorial Lata de sal. Sumamente entrañable y original. Esta editorial reúne varios libros dedicados a los gatos con ilustraciones preciosas. ¡No los perdáis de vista! De momento Celia parece encantada con él...
Para Alicia un libro que daba a conocer los sonidos originales de algunos instrumentos como el piano, el violín, la flauta... ¡Una monada! Ella lo va investigando.
Y para la familia en general un libro para hacer actividades, manualidades y recetas con niños llamado Días mágicos con niños por Grijalbo. Espero sacarle partido como a otros que tengo del estilo. Son mi debilidad.Mis lecturas esta temporada tienen mucho que ver con la historia, llevo bastante tiempo dándole vueltas a este libro, me costó, pero ahora ya le cogí buen ritmo y no lo suelto...
Sí, la señora de la imagen con ese semblante tan serio me acompaña en mis lecturas. Hierro puro y forjado era esta mujer. Muy buena reina, consiguió grandes cosas, admirable pero muy temida, perdió el norte con su fanatismo religioso. La verdad es que Manuel Fernández Álvarez me tiene muy entretenida con los trajines que llevaban los Reyes Católicos en su época. Ya sabeis: tanto monta monta tanto, Isabel como Fernando.
Lo leo por saber sobre historia de España, ya que estudié en Venezuela y vi otra historia. También lo leo porque desde que vi la serie Isabel de TVE me entró la curiosidad por saber sobre este gran personaje. ¡Llevo esperando con muchas ganas la próxima temporada de la serie!
Y para terminar nuestro día del libro, hicimos un libro sin entretenernos mucho porque se nos venía encima la hora de las duchas, cenas...
Tenía desde hace tiempo unos recortables para montar un libro llamado La flor perdida (además iba bien con la estación). Celia se encargó de recortar con mi ayuda, yo busqué unos cartones que hicieran de tapas, perforamos, pintamos un poco, pasamos hilo, encuadernamos, escribimos el cuento y... ¡listo!
De lo más rudimentario y mejorable, pero es nuestro libro, como dice Celia :-)
Un año más rindiéndome totalmente ante los libros.
Entrada editada.