viernes, 26 de septiembre de 2014

Diario de Irlanda. I

Una de las cosas más emocionantes de este verano que acabó fue nuestro viaje a Irlanda, como ya enseñé por Instagram en su día. Nuestro primer viaje juntos.
Para despedir el verano voy a recordar este viaje a modo de diario. Y aunque ha sido un viaje de inquietudes por llevar a las niñas tan pequeñas la verdad es que ha sido mejor de lo que pensaba.
La típica foto desde el avión no faltó, Celia al comprobar por la ventanilla que estaba arriba en el cielo volando, viendo el ala, el mar y luego las nubes se puso tan feliz y emocionada que el momento pedía fotos. Era la primera vez que se montaba en un avión.
Prácticamente llegamos a Dublín como mulas de carga, doce días de viaje por delante provocaron un despliegue en cuanto a equipaje. Sumando a las niñas que siendo tan pequeñas no estaban dispuestas a patearse la ciudad en busca del hotel... La sillita y el patín para trasladar a Alicia y a Celia se hacían indispensables.
Una de nuestras primeras visitas a la ciudad fue al Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, fundada por Isabel I en 1592. Sus edificios son llamativos y tiene patios preciosos para relajarse y recrearse.
Pero la mayor atracción turística está en su vieja biblioteca, donde se encuentra el libro de Kells que contiene los cuatro evangelios en latín e ilustrados, está expuesto y cada día pasan una hoja. Y según leí ahora en Wikipedia fue escrito por monjes celtas hacia el año 800 en Kells, un pueblo de Irlanda.
Debido a las colas y a las niñas no vimos el libro pero nos aseguramos risas y juegos.
Paseando y paseando atravesamos el río Liffey y vimos la ciudad de otra manera.
Celia decidió que quería charlar junto a estas señoras y muy curiosa se sentó a escuchar la conversación. Sí, la corona delata que no evitamos comer en esos establecimientos de comida rápida tan socorridos en los viajes ;-)
Al llegar a esta zona nos encontramos con los famosos pubs irlandeses, estaban todos muy cerca y todos ofrecían música en directo. El ambientazo era estupendo y la música sonaba de maravilla y con mucha energía.
En Grafton Street, una de las calles principales de Dublín también sonaba música en directo. En esa misma calle se encuentra la famosa estatua de la pescantina Molly Malone, quiso la suerte que justo cuando fuimos nosotros la habían quitado para pulirla...
La calle Grafton nos llevó hasta uno de los parques más bonitos de Dublín, St Stephen's Green.
En el parque acabó el paseo de ese día, con esa invitación a recrearse, descansar, correr, jugar y hasta olvidarse de uno mismo.
Haré una pausa aquí y en otro momento me trasladaré de nuevo a Irlanda.
Mis días actuales transcurren en preparar la habitación de las niñas: pintar, pintar y pintar y en algunos casos haciendo faenas de albañilería ayudada por vídeos de Youtube... :-D Ya veremos cómo queda todo. Work in progress. A parte de encargarme de las niñas y buscar actividades del otoño para hacer con ellas.
En cuanto a ocio empecé a leer Chocolate de Joanne Harris, me va gustando. Y estoy feliz de la vida porque empezó la tercera temporada sobre la reina Isabel de Castilla, lo mejor es que esta temporada no defrauda, está mejor que nunca, los diálogos, las actuaciones, los actores, el vestuario, la música, los escenarios... ¡estoy encantada de la vida! Llevaba todo el verano deseando verla. La biografía que finalicé en verano sobre la reina hacía ganas también.
Pues así van mis días, de lo más entretenida. Puede que me encontreis más por Instagram.
¡Hasta pronto!