Todo este tiempo como padres novatos que somos hemos ido aprendiendo un poco a trompicones, momentos de caos por supuesto no han faltado, pero podría decirse que lo básico se resolvió bien. Que la leche materna haya sido siempre su alimento hace que me sienta orgullosa, ¡fue un logro para mí porque al principio me costó! Es absorbente, pero si puedo, pienso seguir de campeona con la leche materna.
Estoy pasando una época un poco difícil, se siguen avecinando muchos cambios y con una niña pequeña son más pesados aún, pero ahí vamos, adaptándonos y superándonos ante lo que venga. Poco tiempo he podido dedicar al mundo blogueril y puede ser que siga siendo así.
Como os podéis imaginar... Celia avanza a pasos agigantados, se sienta fácilmente con apoyo en su espalda y gira su cuerpo tantas veces como quiera para todos lados y no tarda nada en ponerse boca abajo. También gira su mano en el aire y se le queda mirándo atónita. Carcajadas vienen y cracajadas van. Por encima de todo destaco lo risueña que es, sonríe mucho, ella misma os lo cuenta en esta foto:
Seis meses ya pedía una mención especial y de nuevo me puse a prueba con el arte de la repostería... decidí hacer un bizcocho de chocolate con piñones, lo de los piñones se me ocurrió unos segundos antes de meterlo al horno y la verdad le quedaron de fábula, (me gusta encontrar trocitos de frutos secos en los bizcochos). Si queréis, en otro momento pongo la receta del bizcocho. Se dejó comer de maravilla.